Color precioso, sabor suave y sin alcohol. Va genial con ensaladas y pastas.

Ligeramente dulce, espuma constante, toques de manzana verde y pera. Ideal para aperitivos y brunch sin alcohol.

Ligero, aromático y refrescante; lo llevamos a un picnic y encantó a todos.

Frío está espectacular: equilibrio entre dulzor y acidez, burbuja delicada.

Muy aromático y festivo; sensación limpia y chispeante sin resaca al día siguiente.

Ligero y aromático; me encantó para cenas entre semana sin alcohol.

Sabor auténtico, bien estructurado y cero alcohol. Acompañó perfecto una cena ligera.

Gran equilibrio; notas herbáceas típicas del Verdejo pero sin graduación alcohólica.

Aromas cítricos y tropicales (lima, piña), boca fresca y persistente. Ideal con pescado.

Cuerpo medio con notas a ciruela y vainilla; taninos suaves y final largo. Disfruta del ritual del vino sin alcohol.

Aroma intenso, entrada amable y persistencia agradable sin sensación alcohólica. Repetiré.

Fresa y frambuesa en nariz; acidez equilibrada y final muy agradable. Perfecto bien frío.